Aquí no escribimos posts.
Contamos las historias que viajan dentro de cada pieza que llega a tus manos:
la machi que sopló vida al kultrún,
la tejedora que guardó un rayo de sol en su cesta de crin,
el tallador chilote que le dio rostro al Trauco.
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Souvenirs: pequeñas memorias que cuentan historias
Cesta de crin espiral – Rari, Maule
Tejida durante 21 días por Miriam con crin de caballo teñida con nogal y maqui. La espiral representa el ciclo eterno del agua que baja del Achibueno y vuelve al cielo. Solo tres familias en el mundo dominan esta técnica.
Hecho por la machi Juana con cedro ahumado y cuero de cordero. Aunque es pequeño, lleva los cuatro puntos cardinales pintados con sangre de cordero y carbón. Su sonido, aunque suave, sigue conectando con Ñuke Mapu.
Rehue de greda bruñida – Pomaire + reinterpretación mapuche
Torneado por don Pedro y luego bruñido con piedra de río hasta brillar como espejo. Los siete escalones simbolizan los niveles del Wenu Mapu. Se usa en machitunes reales y ahora también en altares domésticos.
Pincoya en madera de ciprés de la costa – Dalcahue, Chiloé
Tallada por Rosa Nahuelpán en tres noches de luna llena. Si la Pincoya baila mirando al mar, los pescadores regresan cargados; si da la espalda, el mar se los lleva. Esta pieza se pone mirando al océano o a una fuente de agua para que nunca falte abundancia.
Zorro culpeo de cerámica negra – Desierto de Atacama
Modelado por doña Lucía en Toconao con arcilla del río Loa y cocido en horno de reducción. Para los atacameños el culpeo es el mensajero entre el mundo de arriba y el de abajo. Se coloca en la ventana para que guíe los sueños de quien viaja.
Réplica exacta de los moai kavakava que representaban a los akuaku (espíritus protectores). Tallado por un maestro rapanui usando madera de toromiro del programa de reforestación de la CONAF. Sus costillas marcadas recuerdan que los muertos nunca se van del todo.
Creado por la misma Miriam que tejió la cesta. Representa al caballo del lonco que llevaba las noticias entre comunidades. Cada trenza lleva 120 hilos de crin: un hilo por cada kilómetro que recorrían los antiguos mensajeros.
Tallado por don Hernán en Quemchi con una gubia y cuchillo de cocina, de un solo tronco de luma que cayó en la tormenta del 22. El Trauco no es un duende: es el espíritu que castiga a quienes entran al bosque sin respeto. Esta figura se coloca mirando la puerta para que ningún mal deseo cruce el umbral.
Cada pieza que acabas de conocer ya tiene dueño: solo está esperando que tú la llames. Pregúntanos disponibilidad, medidas exactas, tiempos de envío o simplemente cuéntanos a qué rincón del mundo quieres que Chile llegue contigo.